Hola Moza, me alegra mucho que tengas una columna como ésta, donde creo será mi única oportunidad de desahogarme.
Te digo esto, porque siento tanta impotencia de poderle decir en su cara a una persona que es una hipócrita, metiche, mala gente, impertinente y fastidiosa, que te doy gracias por decirlo en este momento.
Esta mujer, porque a ti puedo confesarte que es una mujer, es de esas que no tiene nada que hacer en su casa y mucho menos en su trabajo, que vive pendiente de todo lo que hacen los demás.
Moza, yo analizo su trabajo, me he puesto en la tarea de hacerle caso a lo que los demás dicen de ella y he descubierto que tienen razón y siento pena por mí por antes haberla defendido.
He descubierto que no es feliz y que cuando está cerca de gente que lo es suele ser intrigosa, y bastante para ser una señora.
No quiero ahondar más en mi problema y espero que con lo que te he contado me puedas dar un consejo.
Moza, toma en cuenta que soy una persona bastante tolerante y que he tratado hasta el último momento de sobrellevarla, pero no más. Hasta pronto. María Gabriela.
CALMA, LA TOLERANCIA ES UNA VIRTUD
Hola María Gabriela, gracias por escribirme. Me has pedido un consejo y te noto muy alterada. La verdad creo que si has logrado hasta este momento tolerar a esa persona, puedes seguirlo haciendo.
Tal vez mi consejo no te guste, pero creo que es lo mejor que te puedo recomendar, porque con personas como las que tú me describes, no vale la pena discutir.
Mi madre siempre dice que mientras más uno pueda controlar sus impulsos y evite con sus actos tener problemas innecesarios es mejor. Piensa que discutir con ella no te hará ni más rica ni más pobre, pero sí te ahorra una terrible discusión que te pueda ocasionar una rabia, que te pueda mandar hasta el hospital.
Piénsalo y verás que tengo razón. Seguro ella se siente más importante siendo así, mejor ignórala. ¡Suerte! |