Rubén Castillo Gill, presidente de APEDE, informó que antes había un nivel de delincuencia más baja en América Latina. Aún existe esa ventaja, pero la delincuencia se ha incrementando. "Eso repercute, porque será más difícil traer inversionistas al país. Este es un tema que requiere de la intervención del Estado y de la colaboración de la sociedad", dijo Castillo.

Rosendo Miranda, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos, adujo que el país se encuentra en una encrucijada con la delincuencia organizada. "Existen dos vertientes que hay que atender cuidadosamente: el tema vinculado al tráfico de drogas. Panamá es un lugar de tránsito, y por los servicios que ofrece se convierte en un país potencial de alto riesgo, porque parte de la droga que se usa y se paga es la que llega a las calles y produce un alza a la criminalidad. La otra vertiente es el reciclaje de dinero, en donde negocios ilícitos introducen dentro de los circuitos económicos de los países para aparentar que el dinero que generan es legítimo. Este tipo de acciones hacen que los comerciantes que llevan todo en regla no puedan competir.

El 18 de marzo, los empresarios se reunirán nuevamente para hacer propuestas que enfrenten el flagelo de la delincuencia.