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  jueves 24 de marzo de 2005 enviar por email versión para imprimir
  OPINION
HISTORIAS
Con amor

Redacción | DIAaDIA

Una mujer joven llamada Yun Ok fue a la casa de un ermitaño de la montaña en busca de ayuda.

Era un sabio de gran renombre, hacedor de ensalmos y pociones mágicas. Cuando Yun Ok entró en su casa, el ermitaño le preguntó: ¿Por qué viniste?

Yun Ok respondió: ¡estoy desesperada! ¡Házme una poción! -Se trata de mi marido. Tengo un gran amor por él. Durante los últimos tres años ha estado peleando en la guerra. Ahora que ha vuelto, casi no me habla. Cuando habla, lo hace con aspereza. Si le sirvo comida que no le gusta, la manotea y se va enojado.

Puedo hacer tu poción. Pero el ingrediente principal es el bigote de un tigre vivo. Tráeme su bigote y te daré lo que necesitas. Si esa poción es tan importante, obtendrás éxito - dijo el ermitaño.

Yun Ok se marchó a su casa. Una noche, cuando su marido estaba dormido, salió de su casa con un bol de arroz y salsa de carne en la mano. Fue a la montaña donde sabía que vivía el tigre. Manteniéndose alejada de su cueva, extendió el bol de comida, llamando al tigre para que viniera a comer. El tigre no fue. Pero días después lo hizo. Así se fueron acercando, cada noche un poco más, hasta que 6 meses después, demostrándole amor y cariño, logró la confianza del tigre, tanta como para permitirle arrancarle un bigote.

A la mañana siguiente, la mujer llegó con el bigote donde el ermitaño. El tomó el bigote y lo echó al fuego. Le preguntó cómo lo había conseguido. Cuando la mujer le contó, le dijo: Domaste al tigre salvaje y te ganaste su confianza y su amor. Así mismo puedes hacer con tu marido.

 

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