Temían lo peor. Los residentes de los edificios La Flor Panameña y Don Goyo fueron despertados por el ruido de los bomberos que pretendían apagar el incendio. Muchos, sin bañarse, sin desayunar y muy preocupados, tuvieron que desalojar los apartamentos, pues podían ser afectados por el humo. También temían que las llamas alcanzaran a sus propiedades o atentara contra sus vidas, pues entre ellos había personas en sillas de ruedas y adultos mayores.
A eso de las 5:00 a.m., la señora Reina Ortega y sus cuatro niños salieron de su casa. Los pequeños no habían desayunado, por lo que tuvo que aprovechar un momento en que las llamas fueron controladas para subir y preparales algo. En la tarde pudieron regresar a su vivienda.
En tanto, un enorme tranque se formaba, ya que la vía había sido cerrada desde la iglesia Don Bosco hasta la Plaza 5 de Mayo. También fueron afectados los que viajaban desde las afueras del país por el puente de las Américas, pues la vía Frangipani fue bloqueada.
En general, los comercios alrededor del sector fueron afectados, pues no pudieron abrir. Incluso, trabajadores de la Lotería se regresaron a sus casas, ya que el humo se extendió desde el séptimo piso hasta el 21.
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