Por cinco años un grupo de familias que trabaja en la Granja del Patronato de Nutrición, en el sector de Las Gaitas, en Capira, luchan por mantener una producción sostenida de piña, MD-2, con la cual poder aumentar los ingresos familiares y obtener un mercado de venta.
Las primeras 12 mil semillas sembradas fueron atacadas por un plaga, lo que significó un duro golpe para las 27 familias que participan en la granja, inexpertas aún en este tipo de cultivo, pero se realizó una nueva siembra.
Gil asegura que la piña es tratada sin agroquímicos y sólo se fumiga con productos que no afectan a la planta, razón por la cual se debe esperar hasta un año para poder cosechar.
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