Dicen que honrar, honra; y esta historia no es para menos.
Hoy, mientras cuatro provincias se disputan la semifinal del Campeonato Nacional de Béisbol Mayor, donde se dispara la adrenalina y salpica el ego de haber nacido en una provincia de este suelo istmeño, es bueno recordar a aquellos que se entregaron en cuerpo y alma por este deporte.
Lo ideal hubiera sido reconocer su labor en vida, pero se escucha por allí que nunca es tarde...
Se trata de Baudilio A. Ábrego Cubillas, un coclesano que en plena adolescencia descubrió su habilidad con el bate y la manilla. Esa virtud le abrió las puertas para formar parte de la Selección Juvenil de Coclé en 1962, cuando por primera vez esta provincia alcanzó un título nacional en esa categoría.
SUS HAZAÑAS
Posteriormente, continuó en la pelota nacional representando a la tierra de la sal y el azúcar por más de 15 años. De acuerdo con sus familiares y quienes lo vieron en el campo de juego, Ábrego se destacó como segunda base y en el campo corto.
Pero el protagonismo de "Bilo", como cariñosamente le conocían al señor Abilio Ábrego, no termina allí, pues aunque se desprendió por un lapso del béisbol, llegó a dirigir al equipo interbarrial Los Marineros.
Los momentos de gloria volvieron a surgir en la vida de este coclesano en 1986, cuando fue designado para dirigir la Liga Provincial con el equipo de Aguadulce y luego conformar la selección de Coclé.
La tenacidad y el trabajo en equipo permitió que en el verano de 1987, Coclé se coronara Campeón del Béisbol Mayor. Es así como "Bilo" se convirtió en el único coclesano que ha saboreado la victoria de los dos campeonatos de béisbol que ha obtenido esta provincia.
SU TRAYECTORIA
Baudilio Ábrego es hijo de Félix Ábrego y Olga Cubillas. Nació el 9 de agosto de 1944 en Pocrí de Aguadulce. Se informó que realizó sus estudios primarios en la Escuela Juan Demóstenes Arosemena de Pocrí. Sólo pudo estudiar hasta segundo año de secundaria y por falta de recursos económicos se vio obligado a abandonar las aulas escolares.
Siendo uno de los hijos mayores, tuvo que aportar en el sustento diario de su familia. Lamentablemente, Bilo no logró ver otro campeonato para su amada provincia, ya que el 1 de abril de 2003, falleció a sus 56 años.
Sus tres hijos, Jaime Enrique, María Julissa y Verónica Amparo esperan que la figura de su padre no desaparezca, sino que las autoridades o dirigentes deportivos honren a este deportista, con el nombre de su padre, a uno de los torneos de béisbol, para que sirva de inspiración a las nuevas generaciones de jóvenes coclesanos que empiezan a escalar en este bello deporte, pasión de panameños, llamado béisbol.
RECUERDO
A cuatro años de su muerte, "Bilo" es recordado como un humilde deportista, alcalde, pescador y buen padre de familia.
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