buscador de noticias    
 
 
SECCIONES
DE INTERES

  lunes 2 de abril de 2007 enviar por email versión para imprimir
  IMPACTO
añada este artículo a del.icio.us añada este artículo a yahoo añada este artículo a digg añada este artículo a favoriting añada este artículo a meneame añada este artículo a fresqui
El otro lado de la Cuaresma
Los ojos del pescado deben estar claros brillantes. (Foto: : Micaela Alvarado y Gabriel Rodríguez / EPASA)

Joyce Baloyes Lobo | DIAaDIA

¿Sabe usted de dónde sale el marisco que consume? ¿Está seguro de que los vendedores y sus sitios cumplen con las medidas sanitarias mínimas?

Con la llegada de la Cuaresma, la desesperación por comprar mariscos más baratos, hace que los consumidores olviden formularse estas interrogantes antes de comprarlos o consumirlos.

Para estas fechas aparecen nuevos vendedores ambulantes, en bicicletas, pick up o con cubos en la mano, que ofrecen los productos del mar en cualquier esquina, de paso, dejando los desperdicios en la calle. Esto es común en los pueblos del interior, que nadie sabe dónde pescan y si sus pesas dan lo que marcan.

Pero el consumidor no sólo debe poner el ojo a los aparecidos vendedores, sino hasta los conocidos que los venden en sus casas, tienen sus pequeños negocios o le ofrecen la comodidad de llevarlo hasta la puerta de sus casas.

La razón: así evita ser víctima de intoxicación alimentaria por mariscos en la Semana Santa. Aunque en Panamá para ésta época del año no se registran intoxicaciones de esta clase, no está de más tomar las precauciones para que no se convierta en la víctima.

¿DE DONDE NO?
Alejándonos un poco de los requisitos visibles como portar el carné de manipulador de alimentos, tener un certificado de salud, que el lugar se vea limpio y que el marisco esté fresco y apto para el consumo. Hay áreas de donde no se puede consumir, pescar o vender mariscos.

Este es el caso de la Bahía de Panamá y se extiende desde la isla Flamenco, trazando una línea imaginaria hasta la desembocadura del río Tapia, en Juan Díaz.

Esto porque las aguas están contaminadas de bacterias coliformes y la bahía podría ser reservorio del Vidrio Cholerae, productor del cólera. Así de deja claro el Decreto Alcaldicio 609 del 19 de agosto de 1991, que prohíbe pescar y limpiar pescado en estas aguas.

Las multas van desde 50 a 100 balboas o el arresto equivalente.

Berta Morella, quien ocupará la dirección de inspección y vigilancia de la recién creada Autoridad de Recursos Acuáticos y Pesqueros (ARAP), explicó que además está prohibida la pesca en Punta Calabazo en San Carlos hasta la desembocadura del río Chico en Río Hato, tres millas náuticas fuera de la costa por ser un área turística. Igual pasa con la bahía de Chame, por ser área de reclutamiento de camarones, sin dejar por fuera los esteros.

Morella dijo que además de los motivos alcaldicios, la dirección de Recursos Marinos de la Autoridad Marítima (AMP), prohíbe la pesca en la Bahía de Panamá, porque es un área de crianza o crecimiento de camarones.

La AMP tiene una estricta vigilancia en la zona y, aunque no es muy común la pesca en esta zona, hace casi un mes se le decomisó a una embarcación productos sacados del río Tapia, además del decomiso del arte de pesca, y se le sancionó.

No se recomienda comprar los cangrejos morados que se venden a la orilla de la carretera que va hacia Chepo, porque no se sabe de dónde los sacan.

VENTA AMBULATORIA
Son los Centros de Salud los encargados de velar por que los vendedores ambulantes cumplan con las medidas mínimas de salud.

La doctora Bethania Meléndez, directora del Centro de Salud de Santa Ana, dijo que a ella le corresponde fiscalizar a los que insisten vender mariscos en el área del Terraplén.

Dejó claro que en este lugar no se debe despachar mariscos, porque no hay las condiciones higiénicas adecuadas para hacerlo.

Hay varias quejas de gente que no quiere los puestos en el Terraplén; no se puede precisar la cifra, porque cada día llegan nuevos vendedores.

En el caso de los puestos que no reúnen los requisitos sanitarios, se les da las recomendaciones y un término de 15 a 30 días para mejorarlo. Si el producto está dañado, se les decomisa de inmediato.

EN LA ESQUINA
San Miguelito no se escapa de esta situación, porque no tiene un mercado especializado en la venta de este producto y, aunque hay un mercado periférico en Santa Librada, el expendio en cubo, bicicleta y en la puerta de la casa, no cesa.

Jorge González, jefe de Protección de Alimentos de la región de salud de San Miguelito, explicó que en este tipo de venta está el mayor peligro, porque no hay un control, no pueden ofrecer buena calidad y se pueden dar intoxicaciones alimentarias.

El riesgo de intoxicación con marisco es altamente peligrosa, al paciente le puede dar diarrea severa y le puede provocar hasta la muerte.

UN LUGAR SEGURO
Ariel Muñoz, administrador del Mercado del Marisco, indicó que el consumidor puede tener toda la garantía de que los productos que se venden en este mercado son saludables.

Aquí se rigen por normas de salud, hay inspectores que las hacen cumplir con su vigilancia, tanto a 70 módulos minoristas dentro del mercado y a los más de 90 módulos de mayoristas que están afuera.

El producto que lleva es proveniente del Darién, Archipiélago y de todos los puertos pesqueros del país.

Destacó que en el mercado, la Autoridad Marítima es vigilante de que no lleguen productos que están en tiempo de veda y que los congelados tengan certificados previos que digan que fueron pescados antes de la veda.

El próximo 11 de abril termina la veda del camarón que inició el 1 de febrero y la próxima, será del 1 de septiembre al 11 de octubre.

LA EXPERIENCIA
Iván Alvarado, vendedor en el mercado con seis años de experiencia, dijo que la primera pregunta que le hacen los compradores es ¿está fresco? Y él se lo demuestra enseñándoles las partes claves. Porque el comprador por normas de salud no puede tocar el producto exhibido.

SUPERMERCADOS
Benjamín Jurado, supervisor Nacional de Productos pesqueros del departamento de Protección de Alimentos (DEPA) del MINSA, dijo que a ellos les corresponde la verificación de los supermercados.

Además de que verifican de que del puerto pesquero de Vacamonte, todo vehículo que entra y sale tenga un certificado de operación sanitario y el conductor también.

El marisco es un producto perecedero, si no le mantienes una cadena de frío, se daña en poco tiempo. No lo olvide.

CONSEJOS
Que el marisco no se deje por más de dos días a la temperatura de entre 0 y 3 grados en la nevera y si está congelado, puede dejarlo por un año, pero sin vísceras, ni restos de la sangre.

El establecimiento debe presentar las condiciones higiénicas adecuadas y la manipulación del pescado durante el cortado, pesado y envasado debe ser mínima.

 
ADEMAS EN ESTA SECCION...
Rompimos el récord
Dormía con el enemigo

OTRAS NOTAS

Entre ramos y procesiones


Inconsciencia los pone en peligro


Se acabó la preocupación


Serán dueños legítimos

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados