Hola, señorita Moza, le escribo para que me ayude con un problemita que me tiene loca. Le escribe una chica universitaria que también trabaja. Desde que tengo 18 años soy independiente y ayudo en mi casa en la que pasamos muchos páramos, razón por la que decidí buscar trabajo y contribuir con la educación de mis hermanos. Tengo cuatro hermanitos, muy estudiosos y obedientes, crianza que le dio mi padre antes de fallecer, y eso me alegra porque sé que algún día ellos también ayudarán en la casa.
Lo malo del asunto es que mi mamá ahora tiene un novio de mi edad (24) y no hace más nada que comerse todo lo que hay en la casa, regañar a mis hermanitos y sobre todo molestarme, sí, Moza, me aborda a pesar de que su relación es con mi madre.
Yo le he dicho a mis hermanitos que cuando él esté en la casa traten de no pelear con él, para que no les diga nada y también les digo que permanezcan unidos para que no les haga daño a ninguno. Pero ante todo esto, lo que más rabia me da es que mi madre no hace nada y lo trata como a un rey, le cocina unos banquetes a pesar de que no tenemos plata, le lava, le plancha, en fin cree que es un bebé y eso me llena de ira, porque ni a nosotros nos trata así.
Se despide de usted Lourdes.
Estimada lectora, te felicito y te exhorto a que sigas así pendiente de tus hermanitos para que sigan adelante, ya que ellos ven en ti un ejemplo a seguir, por lo tanto, nunca los decepciones. Querida amiga, platica con tu madre, cuéntale cómo se sienten ante esa situación, hazle entender que ese hombre no es nada bueno y que no tiene buenas intenciones con ustedes.
Al comentarle eso, tienes que tener mucho tacto pues eso puedo traerte problemas con ella. Lo primordial aquí es que desenmascares a ese muchacho, porque eso no puede continuar así. Ten presente que eso puede convertir en un problema mayor que después lamentarán. Lourdes, por otro lado, creo que debes averiguar más acerca de él y tener pruebas para que, cuando tu madre te exija una explicación, tengas una razón de peso con que defenderte. Esto no se trata de pelear con tu madre, sino de que le abras los ojos, pues ese no es buen hombre.
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