Sin embargo, en ese orgullo que sintió al saber que todo su trabajo es bien valorado, Kelly dejó claro que el siguiente paso sería conversar con la organización de los Gigantes de San Francisco, que son los que al final le darán el permiso para cumplir con la justa beisbolera.

"He sido traído al equipo grande de los Gigantes de San Francisco para trabajar en la agresividad en las bases, principalmente en el recorrido de la primera a la tercera almohadilla", dijo ayer Kelly, vía telefónica desde San Francisco, Estados Unidos.

"Recuerda que los Gigantes, tras la salida de Barry Bonds, es un equipo distinto. Ahora jugamos al juego agresivo y en el béisbol de fundamento, en el que yo participó directamente", agregó.

Mientras se preparaba para viajar al estadio AT&T Park, hogar de los Gigantes, Kelly reiteró que está dispuesto a dirigir a Panamá, siempre y cuando se coloquen todos los puntos sobre las íes.

"Hay que sentarse a conversar con la federación para arreglar algunas cosas. Hay que conversar para que al final tengamos una buena presentación en el segundo clásico mundial", precisó.

LO PACTADO
Por lo que se anunció de forma oficial en días pasados, Panamá está en el Grupo D del II Clásico Mundial junto a República Dominicana, Holanda y Puerto Rico.

Este grupo jugará sus partidos en el Estadio Hiram Bithorn de San Juan, Puerto Rico, entre el 7 y el 11 de marzo próximos.

EN AGENDA
La propuesta de Kelly debe ser aprobada por la junta directiva de la FEDEBEIS para que sea oficial.