La chica se fue a trabajar en una agencia de modelaje en Estados Unidos el año pasado y le fue tan bien que la mandaron a Italia. Allá le fue mejor porque se encontró con el amor de su vida y tirarse la soga al cuello.

Sorángel tiene algunos meses con este chico y cuenta que la trata de maravillas.

Le da lo que quiere, la respeta, la quiere y, lo mejor, es que ella está enamorada.

Nadie quiere dar el nombre del afortunado, pero hoy llamaremos a Sorángel a la "tierra de la pizza" para que nos cuente con más detalles los preparativos de su boda.