Hola Moza, te escribe una chica que no sabe qué le sucede con una persona prohibida.
Tengo 18 años y me he enamorado dos veces de personas así. No pienses que es que los busco, pero surge y ya.
Te cuento que la primera vez que me enamoré fue de un cura, pues me trataba bien y me comprendía con todos mis problemas. Pero eso ya pasó, porque tuve que desistir, ya que él estaba de lleno en sus asuntos; además, nunca se dio cuenta.
Moza, ahora de quien me he enamorado es de una persona que me ha ayudado mucho, te hablo de mi padrastro. Sí Moza, ese hombre que ha estado con mi madre por más de 12 años y quien ha velado por mis hermanos y por mí desde que éramos chiquitos, me tiene loca.
Moza, él me trata tan bien que lo veo con ojos de amor y no de hija. No sé qué hacer, porque no quiero traicionar a mi madre ni con el pensamiento y lo estoy haciendo. Ayúdame, que esto puede traerme graves problemas con mi familia.
Pero, ¿te digo algo?, él no sabe lo que siento, ya que me cuido mucho para que no se entere. Chao, Chiquita Enamorada.
OLVIDATE DE ESO
Veo que te gusta correr riesgos. Amiga, tú más que nadie sabes que esos dos hombres son prohibidos; menos mal que no tentaste al padre, porque hubiera sido peor.
En cuanto a lo que te está pasando con tu padrastro, no tienes perdón, tú tienes la solución en las manos y no has querido solucionar eso.
Te ordeno que de hoy en adelante no veas a ese hombre de esa manera, evítalo, trata de no pensar en él, haz otras cosas que te mantengan la mente ocupada.
No es justo que traiciones a tu madre por tus caprichos de niña. Amiga, conoce gente, amistades de tu edad, sal con ellos para que las cosas cambien.
¡Ah!, no le digas a tu padrastro lo que sientes, porque puedes ocasionar un caos en tu casa y perderás tú, ya que eres la culpable.
Reza mucho y pídele a Dios que te saque de la mente esos pensamientos. ¡Suerte!
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