Según Noel Sáenz, residente del lugar, para ellos ésta fue una celebración especial, porque todos han contribuido para la construcción de la iglesia, y no había mejor día para celebrar que el primer domingo después de la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Durante este día, Jesús, quien se le apareció a la beata Sor Faustina Kowaslka, ordenó que cada año a las tres de la tarde se orara por la paz del mundo y la salvación de todos los hombres, dijo Noel.

ORGULLOSOS
Por muchos años, los residentes de Altos de Capira tenían que recibir la Palabra de Dios en unas carpas o en la casa de alguno de los residentes, por carecer de una iglesia.

Pero todo cambió, porque hoy ven con orgullo que con el esfuerzo y la cooperación de todos levantaron poco a poco la iglesia. Y, en agradecimiento a Dios, asumieron y tomaron como Santo Patrono a Jesús de la Divina Misericordia, a quien le dedicaron la primera misa, el pasado 15 de abril.

LA OBRA CONTINUA
Por ahora, siguen trabajando en pro de la comunidad y, con esta primera fiesta, cumplen con el objetivo de recaudar fondos para comprar lo que le hace falta al templo, dijeron varios residentes del lugar.

INCOMPLETA
Aún a la iglesia le hace falta las puertas, imágenes, repello y pintura.