Los estudiantes de la escuela secundaria Ángel María Herrera, de Penonomé, ya no soportaban más el mal olor de los sanitarios y la escasez de agua, problemas que padecían desde que iniciaron el período escolar, por lo que las autoridades decidieron suspender las clases.
Según los estudiantes de este plantel, desde que inició el periodo escolar confrontan el problema de escasez de agua que ninguna entidad ha logrado resolver; mientras, ellos deben dar clases casi deshidratados bebiendo jugos y sodas que no son nada saludables.
Durante la estación seca hace mucho calor y la escasez de agua es más notable.
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