Tan sólo el domingo, dos balaceras se formaron; la primera fue en horas de la tarde, cuando sujetos apodados "Raimond" y "Curro" pretendían ultimar a otro conocido como "Pape", sin lograr su cometido.

Pero el problema no terminó allí, pues a eso de las 9:30 p.m., otra lluvia de balas alarmó a quienes estaban en el lugar.

Esta vez, los impactos lograron alcanzar a Antonio Pino González, de 28 años. Él fue herido en el tórax y en la mano izquierda. Aunque fue trasladado al Hospital Integral San Miguel Arcángel (HISMA), su muerte fue dictaminada a las 9:50 p.m.

Antonio no fue la única víctima, pues Juan Alberto Palma, de 26 años, quien reside en Don Bosco, Veranillo, fue herido en el muslo derecho y a Cristina Pérez, de 25, la hirieron en la parte derecha del tórax, brazo derecho y muslo izquierdo. Ella reside en San Francisco.

NADIE QUIERE HABLAR
Al llegar a El Hueco, las miradas de los residentes hablan; sin embargo, de su boca no sale una palabra producto del miedo, ya que como mencionó una de las residentes: "uno puede hablar y denunciar, pero luego que la policía se va, no hay quien vele por nuestra seguridad".

Por este motivo sólo tienen dos opciones: mudarse del lugar o vivir con el temor de ser una nueva víctima de las bandas.

TERROR
Son varias las pandillas que habitan en El Hueco de Santa Marta. Allí impera la ley del silencio por miedo a represalias.