Ardua preparación. Fueron tres semanas de una larga jornada de preparación por las que Jorge Morales, un joven de 22 años, tuvo que pasar para poder ser apto en la representación del papel de Jesús en el Vía Crucis celebrado en la Basílica Don Bosco.
Cuando recibió la noticia de que era el escogido para el papel, no lo podía creer, pues a pesar de ser un fiel seguidor de la palabra y forma parte de la Pastoral Juvenil de la iglesia, darle tan alto honor era demasiado para él, pero nunca contestó no, "porque algo dentro de mi espíritu habló por mí y acepté".
Para su personaje, tuvo que confesarse muchas veces, estar en un retiro espiritual donde aprendió más sobre lo que fue la vida de Jesús, no solo de su pasión, sino de su infancia y madurez, además de cómo impartir su palabra a todas las personas que él aprecia, por lo que ahora representa un nuevo mandamiento en su vida.
En cuanto al drama, Morales dijo que se sintió muy nervioso al ver tantas personas observándolo y en muchas ocasiones sintió el espíritu de Dios dentro de él, en ese momento rezar el Padrenuestro fue todo lo que necesitó para hacer su trabajo.
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