Ruth Ureña, residente en Los Hatillos, manifestó a este medio que la semana pasada los coyotes casi se comen a su perro. "Gracias a Dios pudo salvarse, pero quedó con las patas traseras lastimadas, puesto que los coyotes le llegaron a comer parte de ellas".

Residentes del lugar cuentan que muchos han tenido que mudarse más cerca de la calle principal por temor a estos animales salvajes.

"Muchas gallinas se las han comido y hace un tiempo a un vecino se le desapareció un caballo y lo único que encontraron del animal fueron los huesos", expresó Ureña.

Los moradores están alarmados ante la presencia de estos animales y temen que en algún momento puedan ser atacados por ellos.