Javier Herrera, de 37 años, lucha contra la adversidad. Su piel cada día se ve invadida por una rara enfermedad denominada psoriasis reumática, que avanza a medida que pasa el tiempo.
Este joven no soporta estar de pie, porque los dolores son muy fuertes y las llagas que tiene no pueden exponerse al sol.
El tratamiento que recibe sólo es para controlarlo y, a veces, los huesos no le dejan caminar porque siente que se le congelan.
Utiliza una crema combinada (corticoides), que actualmente se agotó en el hospital y la necesita con urgencia.
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