Hubo gritos, ataques y desmayos. (Foto: Omar Batista / EPASA)
Didier Hernán Gil
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Las señoras Francia Sicouret y Felicidad Samudio prepararon ayer la chicha de kool-aid con pan de molde para repartir en la Universidad de Panamá, porque en vista de que no había plata para comprar los fósforos, no pudieron ni encender el fogón. Tampoco había qué poner en la paila. Todo esto como parte de las protestas que desarrolla la Asociación de Empleados de la Universidad de Panamá (ASEUPA) frente al alto costo de la vida y la ola de violencia. Ellos simularon el sepelio de un ciudadano en un ataúd al ritmo de una marcha fúnebre, producto de la violencia, pero al terminar la protesta no faltó la música de murga y el tamborito.