El Alto tribunal de Dublín decidió que dos gemelos que nacerán esta semana en un hospital irlandés podrán recibir una transfusión de sangre para salvar su vida, a pesar de que la madre, testigo de Jehová, ha rechazado ese tratamiento. Los nonatos padecen una "severa anemia" y podrían morir o sufrir daños permanentes si no reciben tras el nacimiento una transfusión.