Su vida ha estado casada con la música. Sergio Cortez es sin duda una figura cuya trayectoria artística alimentó la décima con su guitarra y, posteriormente, la música típica popular; primero con la composición y más recientemente con el acordeón.
Hoy, trataremos la carrera del que muchos conocen como "Dedos de Oro Cortez". Indudablemente, su primer encuentro con la música fue junto a una guitarra allá en Cañazillas de Veraguas, al ver a su hermano Nelson interpretarla. Sergio viene de una familia en la que ser músico no es nada extraño; él es el menor de seis hermanos. A los 10 años empezó a tocar y tres años después sus hermanos formaron un trío para canciones del Día de las Madres. El fue aprendiendo temas con la guitarra y se afianzó en el requinto, una técnica difícil de lograr, con el apoyo Román Portugal, un paisano suyo. Ante su destreza, sus hermanos decidieron incorporarlo al trío y de esta manera el grupo pasó a ser un cuarteto. Así empezó todo. Luego, aprendió algunos torrentes, pero a su edad la décima no representaba gran atracción como el rock, por el que se inclinó. Fue creciendo y en su adolescencia llegó gente que le cambió el gusto por la música, pues poco a poco el rock lo fue envolviendo.
Expedito Cortez, su hermano mayor y un respetado cantador de décima en todo Veraguas, de cuando en cuando le sugería que el folclore era la mejor opción para su guitarra.
Por ello fue aprendiendo varios torrentes, pero paralelamente alimentaba su vena "roquera" con el grupo "Winston rock", que imitaba a Los Beatles y cuyo nombre era un tributo a John Lennon. Pero los consejos de su hermano pesaron más y logró convencerlo de que el futuro estaba en las tardes de cantadera.
Esta rara fusión daría sus resultados y sería la llave para abrir, décadas más tarde, el camino oscuro de su única hija, de lo que les hablaremos más adelante.
Y es que Sergio no hizo a un lado lo aprendido como roquero, sino que inteligentemente y con audacia lo incorporó a las cuerdas de su instrumento, ahora como guitarrista de cantadera. Eso sorprendió y la fama empezó a rodar. Para ese entonces él y Nelson, su hermano, decidieron hacer un dúo de guitarras para mejorana. Así nacen "Los Hermanos Cortez", el primer dúo de guitarristas para décimas.
Expedito, su hermano mayor, tal vez fue la figura más importante en el posterior "boon" que tendría su carrera, pues siendo una estrella de la décima cantada, lo asignó como su guitarrista oficial y donde quiera que se presentara, allí estaba Sergio. Pero su radio de trabajo era únicamente el interior.
Hasta que un buen día siendo ya un guitarrista reconocido en toda Veraguas, conoció a Rubén Darío Campos y con él logró llegar al "Cosita Buena", para entonces la plaza más importante de la décima panameña. Recuerda claramente que fue un 21 de enero cuando comenzó a trabajar con ORCA, la empresa que manejaba una importante lista de cantadores de décimas y los más reconocidos guitarristas. Fue llamado a tocar y lo hizo como sabía, con un estilo totalmente diferente e, incluso de pie. En esa fecha los guitarristas solían tocar sentados y muy al fondo de la tarima, pero él decidió que la guitarra era tan importante como el cantante. En sus primeras presentaciones dejó ver su versatilidad para hacer volar la guitarra. La llevaba a su cabeza, a sus costados, tocaba con una botella, incluso sumó en su repertorio temas de clásicos de Bethoven y Mozart. Además, hacía sonar la guitarra contra un poste, llegaba hasta el público y todo eso causó conmoción entre la gente. Pero mantenía su imagen de roquero, lo que chocaba con el ambiente vernacular y el señor "Ñopo" Ordoñes, propietario de ORCA, le exigió usar atuendo típico y así lo hizo. El resultado fue trabajo seguro con la compañía por 12 años y una innegable fama como una estrella de la guitarra panameña.
EL COMPOSITOR DE ORO
La segunda etapa en la vida artística de esta figura es la composición. Asegura que desde siempre compuso y que primero fueron las baladas. Pero la afición terminó hasta que conoció a Lucho de Sedas, quien le pidió un tema y se inspiró en su novia y actual esposa, Tilcia Mojica Él escribió "Ausencia y tristeza", el primer tema típico de su carrera. Lucho lo incluyó en su repertorio. Más tarde vino "Triángulo de Amor", ambas con un estilo de composición diferente. Lucho se convirtió definitivamente en su trampolín y por años fue su compositor sumando cerca de 10 canciones, casi todas éxitos.
La salida de Lucho del país fue un hecho y Sergio seguía trabajando de planta en el Cosita Buena, donde coincidía con El Tigre de la Candelaria, Victorio Vergara. En 1994 le compuso el tema "Me gusta esa mujer" y el éxito no se hizo esperar. Sergio asegura que el tema lo escribió pensando en competir con la naciente maquinaria de Samy Sandra Sandoval, que para entonces recién salían del cascarón. Incluso , el arreglo del tema exigía que Victorio ajustara su estilo de tocar. Luego de varios intentos, Victorio se montó en el tema y los demás es historia. "Nuestro Romance", cuya introducción se hizo con guitarra; "Un angelito más", "Sé que llorarás", "Esa mujer", fueron parte de esta remesa de temas que Sergio aportó a la fama de Victorio. Cuando fallece Victorio e inicia su trabajo con "Los Plumas Negras", les escribe el tema que los catapultó: "Nuestro ángel guardián". De allí en adelante la demanda de sus temas fueron en aumento: Samy y Sandra, Ulpiano Vergara, Manuel de Jesús Ábrego, Alfredo Escudero, Osvaldo Ayala y Dorindo Cárdenas , casi todos cantaron sus composiciones.
Mientras que la nueva generación de acordeonistas también le pedía temas. Así inició su trabajo con la pluma para alimentar de nuevas letras a artistas como Jonathan Chávez, a quien le regaló tres temas de su primera producción. Esto como parte de la promesa hecha a "El tigre" Victorio antes de su muerte. Lograda su fama pudo ayudar a figura mas pequeñas como: Herminio Rojas y Manuel de Jesús Ábrego.
ARDUA LUCHA
El momento más difícil en la vida Sergio, irónicamente, fue el alumbramiento de su hija única Melody, quien nació con una seria enfermedad cardiaca. El diagnostico fue fulminante, pues los doctores solo daban seis días de vida y la solución era casi remota. Desde ese momento el famoso guitarrista tocó puertas, hasta que encontró que la solución era enviar a su hija hasta Boston para una operación que costaría B/. 275.000. Así inicia la histórica campaña para salvar a Melody Cortez, que luego de otras dos costosas operaciones está próxima a alcanzar los nueve años y llevando una vida casi normal. Sergio asegura que su fama como artista fue lo que salvó a la pequeña.
SU FACETA DE ACORDEONISTA.
También su faceta de acordeonista la inició en esta etapa de su vida, pues para recaudar los fondos de las últimas operaciones de la pequeña conformó el grupo "Melodías para tí" y amenizar las actividades. Fue así como se vio obligado a interpretar el acordeón, al que califica como un instrumento difícil. Luego le llegó la oportunidad de asesorar el concurso para televisión "Cuna de Acordeones".
Desafortunadamente, en agosto del año pasado sufrió un terrible accidente automovilístico donde se le fracturó el brazo derecho, por lo que tuvo que ser intervenido varias veces y lo ha mantenido fuera de acción del ambiente típico por 9 mese. Sergio expresa que el 19 de junio será su regreso y lo hará en su tierra natal: Cañazillas de Veraguas.
AL IGUAL QUE SU GUSTO POR LA GUITARRA, LA COMPOSICION LA INICIó EN SU INFANCIA.
Luego del accidente que lo ha mantenido inactivo por casi nueve meses, Cortez asegura que iniciará varios proyectos; entre ellos, la nueva temporada de Cuna de Acordeones y la grabación de un Cd con la niña Yanelis Barria, ganadora del 2009 de Semilla de Cantores.
Asegura que por lo serio de las heridas la recuperación de su brazo ha sido lenta y costosa, pero aun así no desmayará en seguir con la música, ya sea en las cuerdas, las letras o el acordeón.
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