Mientras que el mundo entero esperaba con ansias ver el vestido de la novia, nadie se imaginaba que William sorprendería con su vestuario.
Los observadores reales consideraban que el novio - piloto de helicóptero para misiones de rescate muy adiestrado - utilizaría su uniforme azul marino de la Fuerza Aérea cuando emitiera sus votos nupciales en la abadía de Westminster. Sin embargo, William optó por llevar la túnica escarlata de oficial de los Guardias Irlandeses en un tributo a su rango honorario de coronel en el regimiento.
Aunque el novio podía haber escogido un traje elegante, Guillermo siguió el ejemplo de su padre y se casó con un uniforme militar de gala.
Guillermo llevó sus "alas " de la Fuerza Aérea Real en tributo a su carrera de piloto de búsqueda y rescate.
También lució una banda Garter, una estrella y una medalla dorada de aniversario, así como una gorra militar con la insignia de los Guardias Irlandeses y el lema de estos "Quis Separabit?" (¿Quién nos separará?).
POCO PELO
Lo que llamó poderosamente la atención fue la caída del cabello del príncipe William. Fue sin duda una de las desgracias fuera del protocolo que muchos hubiesen querido evitar, pues la calvicie que padece antes de cumplir los 30 años, presagia un problema agudo a corto plazo.
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