Para nadie es un secreto que en 'Aquí y Ahora' se han hecho críticas negativas a los canales de televisión por la ausencia de espacios de discusión donde se debata, analice e investigue realmente las propuestas que nos ofrecían las tres opciones presidenciales.
Hoy, es a mis colegas de los medios que estarán en la cobertura el día de las votaciones y muy en especial a los presentadores de televisión a los que me quiero dirigir.
Sí, es a ustedes, porque todo lo que se transmita o se lea este domingo será de su completa responsabilidad y no se puede luchar por la audiencia a costa de desinformar, alarmar, jugar a la exclusiva que no existe o la primicia que es sólo un rumor.
Los medios de comunicación, sin excepción, tenemos la gran responsabilidad de informar exactamente lo que suceda ese día sin apasionamientos, sin inventarnos notas alarmistas o situaciones en las que no existen, y sí demostrándole a nuestra audiencia el porqué merecemos el honor de que se sienten a leernos, vernos o escucharnos.
Pasado mañana es un día para demostrar por qué somos comunicadores, por qué tenemos el privilegio de tener un micrófono, un espacio en el que escribir o estar frente a una cámara. La lupa del mundo no solo estará vigilante de la transparencia del torneo, sino del papel que jugamos los medios y muy en especial los periodistas.
Ojalá a los 'anchor' y reporteros no se les salga por los poros en plena transmisión, como en años anteriores, sus inclinaciones electorales, que son normales, pero que en ese momento deben desaparecer, porque representan a la marca informativa en la que laboran. Su derecho a apoyar a una de las opciones es legítimo, pero este domingo después de votar, de ello se tienen que olvidar y vestirse como profesionales de la información. Ese es el reto, ese es el compromiso.
No es necesario, en la programación de ese día, inventarse o repetir mil veces por medio de reportajes la biografía de los candidatos, porque ya todos las conocemos. No es necesario estar todo el día hablando y hablando frente a las cámaras sin decir nada nuevo y caer, por llenar un espacio, en un delito electoral. Tenemos, todos, que ser más balanceados que nunca en la información que transmitimos o publicamos y no dejar fisura alguna que permita que la irresponsabilidad o el estrés del momento nos hagan cometer errores garrafales o irresponsabilidades periodísticas.
Aprovechemos la oportunidad que nos otorgan nuestras audiencias ese día para educar sobre la importancia de ir a las urnas a votar y sobre la importancia de hacer de este ejercicio un día en el que cada uno de nosotros celebre ese derecho maravilloso que es poder emitir un voto, dar su opinión, sea cual sea.
Esta larga campaña que termina el domingo a mí me ha dado asco. Ha sido tan fea, tan baja, tan nula en propuestas que no podemos los medios, el día de su cierre, terminar de dañarla ni ser parte de ese juego sucio. Invitemos a votar y transmitamos sólo la verdad. Eso, cada una de las audiencias lo retribuirá con su lealtad al volvernos a leer o sintonizar. ¡Piénselo!
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