Los trabajadores informales eran los que más se veían en las calles: buhoneros, vendedores de verduras, de empanadas, entre otros. Pero no podemos dejar a un lado, a quienes diariamente tienen que ofrecer una buena sonrisa a sus clientes.

Se trata de los que atienden en los restaurantes, los almacenes, en las gasolineras o en los cines.

No hay que olvidar a los policías, doctores, enfermeras, bomberos, entre otros, que se encargan de la seguridad y salud de los panameños.

Recordemos que el 1º de mayo de 1886, fue elegido por los trabajadores estadounidenses para reclamar un horario justo: ocho horas diarias de trabajo, pues las jornadas eran de 12 y 14 horas.