Ella es una mujer de 36 años, pero su modo de manejarse es diferente a las mujeres de su comunidad. Esmeralda es de Silico Creek, un poblado de Chiriquí Grande, en Bocas del Toro.

Pero ella no ha ido a la escuela, sin embargo sí ha recibido varias capacitaciones, que han mejorado también su calidad de vida.

EL PRIMER CAMBIO
Cuando Corredor Biológico, organización no gubernamental que apoya a las comunidades indígenas, llegó a Silico Creek se dio el primer cambio. Fue entonces cuando pudieron crear su casa de artesanías. Tanto Esmeralda como otras mujeres recibieron capacitaciones. Para confeccionar sus vestidos, las mujeres tenían que pedir donaciones a fin de comprar sus telas. El Cuerpo de Paz también les brindó apoyo.

TODO CAMBIO
Pero, tiempo después comenzó la transferencia monetaria de la red de oportunidades. Explica Esmeralda que ahora ellas recogen para tener fondos y comprar las telas. Igualmente, ese dinero les sirve para poder ir a otras ferias y vender sus artesanías, no sólo los vestidos. Eso ha sido lo mejor, porque no tienen que estar dependiendo de otras personas, ni pedirles a los políticos.

Las mujeres de Silico Creek se han organizado y han creado su grupo, con el que todas salen beneficiadas. Comenta Esmeralda que antes los niños tenían que irse a dormir sin cenar, pero ahora tienen su crema.

PLANIFICADA
El motor de su vida son sus tres hijos; sólo tiene tres. Ella comprendió lo que era planificación familiar.