Se despidió para siempre una lumbrera del mundo cultural y político. Ayer falleció el reconocido folclorista, político e intelectual, Adolfo Amaya.
Fue un hombre polifacético, preocupado siempre por fomentar la cultura e impulsar el folclor nacional, lo que le ganó el respeto de sus congéneres.
Incursionó en el mundo de la política, alzándose con el triunfo en las elecciones de 1994, cuando fue elegido representante del corregimiento de Arraiján cabecera.
Amaya heredó de su tío, el escritor arraijaneño Lucas Bárcenas, el amor por las letras, razón por la que durante muchos años se dedicó a promover la cultura y el teatro, donde se destacó como director.
El sepelio de Adolfo Amaya se realizará mañana martes 10 de mayo, en el Templo de Dios Viviente, a las cuatro de la tarde. Posteriormente, sus restos serán depositados en el cementerio de Arraiján cabecera, detrás del Municipio.
Amaya dejó tras de sí huellas imborrables por su espíritu de lucha, amor al prójimo y liderazgo comprobado. Paz a su alma.
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