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Madrid | EFE |
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Dispuesto a salir de una vez por todas de ese mundo oscuro al que le llaman "droga". Diego Armando Maradona, ex capitán de la selección argentina, dijo ayer que "espera ganarle a la vida y a ese mundo del que dicen no se puede salir" y pidió que nadie olvidara que "los ejemplos son los padres, no los ídolos, porque los verdaderos ídolos en casa son papá y mamá". Llega Maradona de Cuba "recuperado, pero no curado", aunque asegura que "no se va a cansar de luchar para ganar la batalla a la vida y a ese mundo del que no se puede salir". "Espero que me comprendan, yo tengo mi vida. No le hice mal a nadie. Si me equivoqué me equivoqué con mi vida", dijo el que fuera mejor jugador de fútbol del mundo. "Sobre todas las cosas los ejemplos son los padres, no son los ídolos, que lo tengan bien claro todos. No se puede echar la culpa a un ídolo porque yo creo que los padres en la casa tienen que ser los verdaderos ídolos", añadió Maradona. Sobre la operación de estómago a la que se ha sometido para conseguir reducir peso, aseguró encontrarse "muy bien". "He bajado 27 kilos (29 libras). Estoy comiendo poco, tengo un estómago de bebé", dijo. "Lo necesitaba para mi salud, para mis hijas y para la gente que me quiere: mi mamá, mi papá, mis hermanos... Y lo necesitaba para mí y para que la gente me vea bien", subrayó.
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