La crisis económica que atraviesa las fincas bananeras independientes en Divalá desde hace siete años comienzan a aliviarse, luego que Finca Santa Ana comenzó a reactivarse. Después del pago del 50 por ciento del pasivo laboral a los trabajadores, estos fueron desalojados de la finca y reubicados en casas de alquiler hasta que en septiembre les puedan entregar sus viviendas.
Ormeli Caicedo, representante del corregimiento de Nuevo México, explicó que los inversionistas llegaron y compraron la propiedad que a la vez va a solucionar el problema del desempleo que atraviesan los ex trabajadores.
Desconoce el producto que se va a sembrar y no se descarta que sea palma de aceite, piña y arroz.
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