El brillo dorado ilumina su trabajo y su vida. Humberto Ariel Aguirre, de 36 años, por años se ha dedicado a la reparación de prendas de oro y a la de relojes en Calidonia.
Este lugar le ha da dado el espacio para desarrollarse de forma individual y cautivar a sus clientes.
Siempre se le ve afuera de su Joyería Oret, frente a Créditos Mundiales, donde tiene tres años reparando relojes y vendiendo sus prendas.
A los 19 años, empezó sus pininos como orfebre en La Chorrera; luego, laboró por años en una joyería capitalina y, posteriormente, se dedicó de forma individual y montó su propio negocio. "Sentí que tenía el potencial, hasta que lo conseguí", dijo.
Es oriundo de Las Tablas, pero la mayoría de su vida la ha vivido en La Chorrera.
Por su experiencia, muchos son los que van a Calidonia a buscar la reparación de un artículo al instante y se van satisfechos. Hay mucha competencia, pero la calidad del trabajo es lo que influye, "si usted trata bien a un cliente, él regresa satisfecho", explicó Humberto.
Hay tiempos críticos y otros que son buenísimos. Ahora es regular, hay buen movimiento, la gente sigue mandando a reparar sus prendas.
Reparar una prenda resulta económico, porque un punto de soldadura cuesta B/.1.50. En estos momentos, también influye el precio del oro a nivel internacional, que ha aumentado considerablemente.
Antes costaba B/. 12.00 el gramo, ahora está entre B/. 15.00 y B/. 16.00 el gramo. Pero las personas siguen comprándolo, porque es un metal que les roba la calma.
REPARACIONES
Lo que más se trabaja en Calidonia es el oro de 10 kilates, que es más comercial. Las reparaciones de relojes son al instante.
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