La carencia de canchas para jugar fútbol se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza, en algo así como el talón de aquiles de los miles de panameños que en los últimos años han decidido practicar el popular deporte que apasiona a las multitudes.
El problema siempre ha existido; sin embargo, se ha ido agudizando a medida que el balompié nacional ha registrado avances importantes y se han multiplicado los seguidores de esta disciplina.
Un ejemplo claro de ello lo viven en carne propia desde hace ya varios meses los afiliados a la institución deportiva Alianza, F.C., quienes de la noche a la mañana se quedaron sin canchas para entrenar.
Esta entidad, que funciona desde 1963 y tiene dos escuelas, más seis categorías en competencia (Sub-11, Sub-13, Sub-15, Sub-17, Sub-19 y Mayor), permaneció por más de 30 años entrenando en la cancha de los siete cuadros ubicada en Balboa, pero hace poco fueron desalojados porque el terreno ahora pertenece a la empresa portuaria que opera en el lugar. En el momento, los directivos intentaron obtener la concesión para mantenerse en el sitio, pero los intentos fueron en vano.
Esa situación trastocó a toda la organización "verdolaga" que ha tenido que esparcirse en busca de escenarios para entrenar y hasta tiene paralizada -desde el inicio del verano- a la Escuela de fútbol que se fundó en 1993, la cual por un tiempo consiguió un permiso para trabajar en la cancha de la Autoridad Marítima de Panamá ubicada en Diablo, pero después el mismo fue denegado.
Lo más triste del caso es que a dicha escuela asisten niños provenientes de familias de escasos recursos y oriundos de barrios humildes de la capital, algunos de los cuales están allí gracias a que han sido becados por su talento, quienes buscan en el fútbol el trampolín para triunfar. El resto paga la mínima suma de 10 dólares mensuales por recibir las enseñanzas que en el futuro le servirán para llegar a ser buenos futbolistas.
En lo que respecta a las diversas categorías, los integrantes de la Sub-11 y Sub-13 que compiten en la Liga Distritorial se han visto obligados a entrenar los miércoles y viernes en las faldas del edificio de la Administración del Canal, un sitio que no reúne las condiciones necesarias, ya que ni siquiera se pueden colocar los marcos. Mientras que los de Sub-15 y Sub-17 lo hacen en el Club de Golf, cuando el campo está disponible, y los de Sub-19 y Mayor, en el Domo de Curundú, donde pagan una cifra mínima para mantenimiento.
MAL TORNEO
La dirigencia cree que éste sea quizás el motivo por el que el equipo mayor marche antepenúltimo con 17 puntos, producto de 5 triunfos, dos empates y 10 derrotas.
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