Una ocarina precolombina, fechada en torno al año 1000 antes de Cristo, y hallada en Turrialba (Costa Rica) forma parte de los fondos del Museo de la Música de Valladolid. Cedida por el compositor costarricense Marvin Camacho, la ocarina, instrumento de aire de tamaño reducido, está labrada en barro y decorada en un único color terroso con dos figuras humanas en su parte superior.