En la ciudad de Changuinola, las esquinas, las calles, drenajes, barriadas y otros puntos, se han transformado en pequeños basureros.
A escasos metros de donde se construye la terminal de taxis y buses de Changuinola, se observan toneladas de basura de todo tipo.
En algunas carreteras que conducen hacia las afueras de Changuinola, se observan bolsas negras cargadas de desechos que son arrojadas por los residentes que prefieren el juega vivo y esperan el amparo de la oscuridad para tirar la suciedad de su casa en cualquier lugar.
Más allá del problema estético, a falta de una recolección regular, muchos de los desechos de restaurantes y del mercado público se convierten en focos pestilentes y de contaminación.
Para el alcalde de Changuinola, Samuel Palacios, gran parte del problema radica en la falta de equipo. Explica que de dos viejos camiones uno funciona de vez en cuando, y se espera la pronta llegada de dos nuevos camiones que, sin lugar a dudas, contribuiría a minimizar el problema.
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