A pesar de que esta Basílica menor fue restaurada en 1998, requiere de reparaciones urgentes antes que arrecien las lluvias para evitar más deterioro, pero no hay partida para el mantenimiento, lo que preocupa al cómite cívico.

Por esta razón, este grupo hace un llamado a las autoridades municipales y al Gobierno para que pongan atención a esta iglesia que es una atracción turística de la provincia.

Rosemary Gnaegi de Ayala teme por la infraestructura de la histórica iglesia, pues afirmó que en 1998 se entregó el templo completamente restaurado al pueblo; sin embargo, está deteriorada.

Según informes del comité, el año pasado el Gobierno invirtió más de 250 mil dólares para reparar lo más importante, como la iluminación, algunas puertas dañadas, ventanas y las vigas principales.