Orlando Ortega y Rey Atencio Espinosa, microempresarios de ese sector, mostraron su preocupación por la cantidad de problemas sociales y litigios de tierra que se están registrando.

Advirtieron que los turistas, al ver los conflictos que se dan en la calle, donde salen a relucir arma blanca y de fuego, se alejan y no regresan.

Los residentes denunciaron la destrucción de varios locales de personas establecidas en la comunidad y el aumento de cantinas.

Expresan que en medio de las riñas, los niños observan estos hechos que se registran producto del alto consumo de bebidas alcohólicas.

Alegaron que esta situación afecta a la economía de los pobladores, que hacen inversiones para mejorar la calidad de servicio a los visitantes y turistas.

DIAaDIA trató de obtener la versión de Carlos Régulo Espinosa, corregidor de Río Grande de Soná, que abarca a Santa Catalina, pero no quiso hablar sobre el tema.