En caso de salpicaduras: enjuáguelo de inmediato, ya sea en el cuerpo o en la ropa. Si la zona afectada es el ojo, debe enjuagarlo con agua fría para diluir y eliminar el producto. Si fuera necesario, poner la cabeza bajo la llave de agua (la rapidez con la que se actúa es primordial).

En caso de ingerirlo: no vaya a tomar leche, ni se provoque vómitos. Trate de tomar mucha agua fría para diluir el producto.

En caso de inhalación: al mezclar el cloro doméstico con un producto ácido fuerte se puede producir un escape de cloro. En este caso, ventile el lugar, aléjese y descanse, no tome bebidas alcohólicas. Si ninguno de estos métodos funciona, diríjase a su médico de cabecera.