Obreros. El Gobierno ha hecho lo de siempre: dividir al movimiento obrero. Como en este país todos nos movemos por intereses (dinero, poder, sexo, fama, o lo que creemos es la verdad), es fácil "comprar" a unos y otros.
Policía. Los uniformados han caminado sobre una línea muy delgada entre el abuso y el trabajo policial profesional. Tenemos que aceptar que más ha sido su éxito que sus errores. Por fortuna, las cosas no han pasado a mayores. ¡Un aplauso!
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