Si hay alguien en Jaqué que sabe por dónde hay que transitar en lancha o panga, ya sea río arriba o en las costas darienitas, es Marcelino Rivas. Su trayectoria es su mejor carta de presentación, tanto es así que -por estar empapado en este sistema de tránsito rural- fue llamado por las Misioneras de Santa Teresita para llevar el control de los motores de cada embarcación en las distintas comunidades a evangelizar.
Marcelino es oriundo de Chepigana y antes de llegar a ser el "chofer" de las religiosas, se dedicó a serrar madera y también realizó algunas labores como carpintero.
Marcelino Rivas es conocido en Jaqué como "Machengo", sobrenombre que heredó de un colombiano de Buenaventura. Mientras tiraba el ancla en la desembocadura de uno de los ríos, al llegar a Puerto Piña, contó que entre sus anécdotas está que se ha quedado sin gasolina en alta mar todo un día, pero gracias a Dios lo han rescatado al ocaso. Dijo que lo más triste es estar en esa circunstancia y "con el mar bravo".
Para "Machengo", andar en el mar no es cosa fácil, pues se debe conocer dónde hay rocas, cuál es el lado de mayor profundidad en el mar, saber el dominio de las olas y hasta algo de la orientación de los vientos.
Aunque no tiene estudios académicos en la materia, la experiencia ha estado a su favor, pues desde los 12 años se hizo a la mar.
"MACHENGO"
Este darienita es el padre de cinco hijos; se caracteriza por ser amigable, emprendedor y muy campechano. |