En el mercado musical hay cantantes que abusan cuando van a tener una presentación. En este caso nos referimos a lo que solicitan en los lugares donde se presentarán. Hemos escuchado que hay exquisiteses tales como, que las paredes deben ser blancas, las habitaciones deben oler a vainilla y cositas como esas. Pero el que no cree en esas cosas y pide hasta lo que se encuentra en el chinito es el cantante Sean Paul. Con decirles que para la presentación que se realizará mañana en el Figali Convention Center no pide un armamento de licor, sólo quiere un litro de vodka y dos six pack de Heineken frías. Casi nada. Además de eso, 24 botellas de agua Zephyrhill o Volvic, Gatorade, refresco de Cola, jugos de naranja, bandeja de frutas y otras cositas sencillitas.
¡Ah! y el cantante pidió tres camerinos, los mismos son para un promedio de 20 personas, entre ellos, los músicos y los bailarines del artista.
Cada uno de los vestidores debe tener salidas de electricidad, un sofá, un mínimo de dos mesas y seis sillas.
El camerino de los bailarines debe tener un espejo de cuerpo entero y cuatro espejos para maquillaje. ¡Nada pidigüeño!
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