Aunque en la historia sólo aparecerá el nombre de Roy Hallady como el ganador del vigésimo partido perfecto en las Grandes Ligas, el serpentinero reconoció la gran labor del receptor panameño Carlos Ruiz.
"A partir del quinto o sexto 'inning' solamente me limité a obedecer los pedidos de Carlos (Ruiz). No tengo suficientes palabras para explicar el grandioso trabajo que hizo detrás del home mezclando pitcheos para dominar a los bateadores".
Halladay sabía que ese no era un día normal en su carrera en las mayores.
"Temprano en el bullpen antes del juego sentí como si estaba colocando mis envíos mejor que nunca y así siguió sucediendo a lo largo del partido", comentó.
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