Este es el caso del juvenil defensa Erick Enrique Vásquez, quien es uno de los 22 futbolistas que trata de ganarse un puesto dentro del seleccionado que representará a Panamá en el Mundial Sub-20 de Canadá 2007.

Era la mañana soleada del pasado lunes 21 de mayo, cuando el zaguero oriundo de la barriada San Antonio en Tocumen, abrió su corazón a DIAaDIA para relatar la triste, pero también motivadora historia que rodea a su joven vida.

El chico acababa de entrenar con el resto del equipo que dirige Julio César Dely Valdés, y se encontraba en las afueras del estadio Rommel Fernández Gutiérrez, cuando con cierta nostalgia, contó el inesperado suceso que le hizo cambiar en gran forma su destino.

Erick apenas alcanzaba los 12 años de edad, cuando su padre falleció en un accidente de tránsito. La prematura muerte de su progenitor lo hizo sufrir mucho, porque siempre le gustaba ver a sus padres juntos, según lo manifiesta.

Sin embargo, también lo llevó a "crecer" y a madurar antes de tiempo, porque dos años después (14 años de edad) se vio obligado a trabajar para ayudar a su madre que se dedica a la labor de ama de casa, a llevar el sustento diario a su humilde hogar.

"Sufrí mucho, pero eso me fortaleció y me dio fuerza de voluntad para seguir adelante para que él donde esté se sienta orgulloso de mí y así mismo lo haga mi madre", expresó.

El multifuncional zaguero dijo que en aquel tiempo realizó labores de construcción y durante las vacaciones de la escuela, "camaroneó" en Editora Panamá América, laborando en el área de fotomecánica donde había trabajado su padre.

"Cuando mi papá falleció yo tenía 12 años y después mi abuela habló con los directivos de la empresa para que me permitieran ganarme algunos reales", subrayó.

Hoy, con 19 años de edad, Erick se ha convertido prácticamente, en el "jefe" de la familia. La ausencia de su padre lo ha obligado a asumir las riendas en su casa, al ser el único varón en ese hogar.

"Soy el único varón en mi familia y, por lo tanto, tengo que salir al frente por mis hermanas y mi madre", precisó.

En la actualidad, el multifuncional zaguero ha encontrado en el fútbol un ingreso para ayudar a sus seres queridos. En Canadá, su meta será sacar primero los cuatro puntos que le permitan avanzar a la segunda ronda, y luego completar los nueve.

Él también sabe que el mundial será una gran vitrina para todos los futbolistas que allí actúen, y por lo tanto, prometió emplearse al máximo para llamar la atención de los buscatalentos e ir a jugar en algún país del extranjero donde el fútbol esté a un mejor nivel que en Panamá y donde sea más rentable.

Paralelamente, este joven que se declara un admirador del defensa Sergio Ramos del Real Madrid, se ha propuesto aprovechar su beca para terminar sus estudios en Diseño Gráfico y así asegurarse un mejor futuro.

OBJETIVOS
Erick dijo que inicialmente, le gustaría jugar en Colombia y luego ir a España.