Había llegado a la cima y se le podía considerar como el mejor boxeador del mundo.
Y es que el panameño Roberto "Mano de Piedra" Durán había hecho lo que muchos de los expertos en materia de boxeo consideraban como imposible en ese momento: derrotar al ídolo del boxeo de Estados Unidos, Sugar Ray Leonard.
El hecho histórico ocurrió el 20 de junio de 1980, cuando Durán impuso su garra y coraje ante un Leonard que equivocó su patrón de pelea, al plantarse con los pies firmes en el cuadrilátero.
Durán ganó por decisión unánime en 15 asaltos, apoderándose del título del peso welter (147 libras) del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
La pelea se realizó en el Estadio Olímpico de Montreal, Canadá, el mismo escenario que había visto a Leonard bañarse de oro en las Olimpiadas de 1976.
EPISODIO NEGRO
La fiesta no se hizo esperar en Panamá. Durán fue recibido como un héroe en el Aeropuerto de Paitilla el 23 de junio de 1980, como revelan las páginas doradas del periódico Crítica.
Pero aquella alegría que había embriagado a los panameños pronto acabaría.
Herido en su orgullo, Leonard pidió una rápida revancha para recuperar lo que le habían robado, como él mismo aseguraba.
Muchos expertos opinaban que Leonard había ganado y otro tanto se inclinaba a que un empate era lo más salomónico; pero ante la derrota, se dio la revancha el 25 de noviembre del mismo año, 1980, y el Súper Domo de Nueva Orleans fue el escenario.
La campana sonó. Nuevamente, el "toro" (Durán) contra el "torero" (Leonard), en una batalla más. Pero, en esta ocasión, el "torero" pensaba con cabeza fría, moviéndose de izquierda a derecha, siempre bailando en las puntas de sus zapatillas, mientras lanzaba toda clase de puñaladas.
Por su parte, el "toro" lucía confundido y frustrado ante un boxeo de primera clase, de movimientos felinos y reflejos increíbles.
Las páginas doradas del periódico Crítica del 26 de noviembre de 1980, registran que Leonard golpeó a su gusto y antojo y enloqueció a Durán.
Era tanta la superioridad, que Leonard se burlaba de Durán, enseñándole la barbilla para después golpearlo.
Ya no había nada que hacer. Era sólo cuestión de tiempo para que el título cambiara de manos.
Sin embargo, sucedió algo jamás antes visto... un acto que le marcó la vida para siempre al orgullo de la "Tierra del Canal".
Durán, luego de soltar a Leonard cerca de su esquina, levanta su guante derecho y le indica a Leonard que no va a continuar, a sólo 30 segundos de que finalizara el octavo asalto.
Inmediatamente, Leonard le lanza un recto de derecha a la parte media, mientras que Durán sólo se cubre.
El árbitro Octavio Meyran, sorprendido por lo que estaba sucediendo, le indicaba a Leonard y a Durán que volviera a la acción.
Sin embargo, Durán volvió a alzar su guante derecho para decir que no iba a continuar.
Había ocurrido lo inesperado, el "Superman" había abandonado.
La noticia fue portada en diferentes diarios, con la frase "No más", que aparentemente fueron las palabras que Durán le dijo al tercer hombre del ring.
En un escrito del periodista panameño Ricardo Borbúa, se cuenta que "cuando se oficializó el resultado, los panameños en el Súper Domo de Nueva Orleans rompieron en llanto y la desolación los inundó".
Según Borbúa, "Mano de Piedra" dijo que había abandonado el combate contra Leonard, porque había sufrido calambres estomacales que le paralizaron todo el cuerpo.
HABLA "LA LEYENDA"
Han pasado 26 años y meses de ese acontecimiento. Un episodio negro que hoy vuelve a aclarar Roberto Durán.
"Sí sufrí de calambres estomacales, pero nunca dije no más. Las palabras que dije ese día no te las puedo repetir, porque son muy fuertes", dijo Durán, mientras soltaba una carcajada.
Lo que sí reveló Durán fue todo lo que hizo antes de enfrentarse a Leonard en el Súper Domo de Nueva Orleans.
"Me quedé un mes en Nueva York bebiendo, saltando y gozando, y me llaman otra vez para una revancha con Leonard. Yo estaba pesando casi 220 libras para pelear en un mes en las 147 libras. Yo me estaba muriendo. Creo que fue por esa razón que me dieron los calambres", comentó.
Durán cuenta que regresó a Panamá y se puso a entrenar para pedir una tercera pelea y así borrar la mala imagen que permanecía en la retina de sus seguidores en todo el mundo, pero nunca la consiguió.
"En ese momento, Leonard nunca me quiso dar la revancha. Él sabía que si yo entrenaba con tiempo, lo volvería a derrotar", enfatizó.
MAÑANA...
Roberto Durán trata de volver a los primeros planos. Pierde ante el campeón boricua Wilfredo Benítez, pero más adelante conquista el cetro mundial del peso súper welter (154 libras).
HISTORIA SAGRADA
Cuando Roberto Durán le quitó el título mundial a Sugar Ray Leonard el 20 de junio de 1980, en Montreal Canadá, el Gobierno de Panamá lo condecoró con la Orden de Belisario Porras.
Era tanta la alegría que había causado la victoria de Durán sobre Leonard, que una barriada de gente humilde en el distrito de San Miguelito, fue bautizada con el apodo del nuevo monarca de la categoría welter ("Mano de Piedra").
Fue el promotor norteamericano Don King, quien promovió la revancha bajo el lema "Piedra contra Sugar II".
La pelea de revancha entre Leonard y Durán en el Súper Domo de Nueva Orleans, fue televisada por la cadena CBS. En ese momento (1980), fue el combate que tuvo más "ratings" en la historia del boxeo.
Cuando Roberto Durán decidió abandonar el pleito contra Leonard en el octavo asalto, muchas personas pensaron que se había vendido. Hasta la Comisión de Boxeo de Nueva Orleans investigó lo sucedido.
Antes de que se decretara el nocaut técnico a la altura del octavo asalto, en una pelea pactada a 15 vueltas, los jueces Mike Jacobs (68-66), Jean Deswerts (68-66) y James Brimmell (67-66) tenían arriba en sus tarjetas a Sugar Ray Leonard.
Este combate le ofreció a Durán siete millones de dólares, cifra jamás ganada anteriormente, por otro latino en el boxeo.