¡Espectacular! Fue la exposición de poesías que regaló Javier Alvarado a los asistentes a la gala de entrega del premio de poesía Gustavo Batista Cedeño, el pasado jueves 31 de mayo, en el teatro Anita Villalaz, del Instituto Nacional de Cultura (INAC).
Es la tercera vez que Javier gana este premio de poesía, donde expone con sencillez el folclor y las costumbres de un pueblo interiorano.
El poemario ganador lleva por título: "Primavera de mi pueblo, para el jardín del mundo", en el que el poeta describe un mundo de fantasías que llevan al lector a imaginar cómo era la vida antaño en el campo.
Este veragüense de nacimiento, pero ocueño de corazón, expresó en pocas palabras lo que significa para él la poesía: "he encontrado en la poesía una forma de expresarme y de comunicar cosas maravillosas a las personas".
La escritura para Javier es como el aire para poder vivir, y según él, gracias a este arte, ha podido viajar, conocer personas extraordinarias, y otras culturas.
Piensa que la lectura siempre lleva a grandes momentos, por lo que sugiere a las personas que busquen en los libros, porque mientras haya personas que lean, las palabras escritas vivirán por siempre, agregó.
"Primavera de mi pueblo, para el jardín del mundo" es un poemario dedicado a Ocú, cuna de sus padres, como homenaje a la tierra que lo vio crecer; el objetivo es transmitir a la gente el conocimiento de esta bella tierra a través de la poesía.
Una de las cosas con que Javier dejó maravillado al público fue que mientras leía sus poemas, su madre Janeth Díaz lo acompañó interpretando tonadas como "Muchacha de Guarumal donde vive la langosta...", una modalidad, como dice Javier, es la primera vez que lo hace. Y qué bien que le quedó. ¡Felicidades Javier, que coseches muchos triunfos más con esas bellas poesías!
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