• Evite ensuciar de más.

• Coloque tartas y guisos sobre una asadera dentro del horno para que los jugos caigan sobre ella.

• Los derrames de jugos de frutas, azúcar y alimentos ácidos sobre un envase de cerámica, limpiélos en forma inmediata, puesto que pueden deteriorar la superficie lisa.

• Las rejillas del horno, lávelas en el lavavajillas, retírelas antes del ciclo de secado y séquelas con un trapo seco.

También puede colocarlas sobre una toalla y sumergirlas en una solución de amoniaco y agua caliente para aflojar los restos de comida. Ahora le proponemos que ponga en práctica todos estos datitos que le damos para que su cocina tenga una vida útil de por vida.

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