La acción pretende llevar hasta las manos de la mandataria Mireya Moscoso, un pliego de peticiones que recopila las necesidades e incomodidades del pueblo panameño.

Entre ellas está el rotundo rechazo al Tratado de Libre Comercio (TLC), ya que el mismo no ha sido discutido con todos los sectores y consumidores que se verán afectados. También plantea el alza indiscriminada de los servicios básicos, bajo la excusa del aumento del combustible y los visibles monopolios representados por empresas transnacionales.

En otro punto, está el estancamiento en que se encuentra el sector salud, como resultado de presupuestos inoperantes, que por años los gobiernos le han designado, y de la poca importancia que se le da a la morosidad por el pago de la cuota obrero-patronal.