Florentino y su hija, quien pronto entrará a la escuela en Los Uveros.
Eric Montenegro
| Panamá Oeste, DIAaDIA
Diez años atrás, Florentino Chirú decidió hipotecar una de sus fincas ubicadas en Los Uveros de Cirí de Los Sotos en Capira para que sus hermanos pudieran estudiar, y aunque no logró cancelar la deuda con el banco, su alegría es haber graduado a todos sus hermanos.
Sin ninguna tristeza en el rostro, pero con orgullo, Florentino afirmó que sus hermanos se graduaron de mecánico, maestro, secretaria contable y uno que decidió entrar a laborar en la Policía Nacional, luego de obtener el bachillerato.
"Ahora estoy luchando por mis tres hijos", explicó Chirú.
Dos de ellos estudian en colegios de Colón, y la más chica pronto entrará a primer grado en la escuela de Los Uveros.
La lucha es grande, puesto que del trabajo de jornalero y la venta de los productos agrícolas, debe sacar mensualmente B/.30.00 para el pago del alquiler de la casa que ocupan sus dos hijos en Colón.
Los costos de alimentación se reducen un poco, porque se abastece con parte de la producción de la finca.
Florentino Chirú asegura que el sacrificio es grande, aunque su deseo es que también sus hijos puedan graduarse y que no sean simplemente unos jornaleros condenados a ganarse B/.3.50 ó B/.4.00 al día.
Asegura que de haber existido opciones de estudiar cuando él era joven, se habría preparado y hoy no estaría condenado a simplemente trabajar la tierra.