Ser padre es más que una palabra, es aquel que está en todo momento; quien con su gruesa voz habla a su hijo cuando aún está en el vientre; aquel, que sin importar cómo, no sólo provee de seguridad económica a sus hijos, sino de una protección como la de un guardián de un fascinante tesoro. Aquel que sin pensarlo dos veces se quita el pan de la boca y lo da a sus retoños, quien trata de no defraudar, pero como ser humano, sabe disculparse. Aquel que estimula la imaginación de su semilla, sueña con ella y se hace parte de sus historias; quien está en sus lágrimas, alegrías, logros, desamores. Ser padre es eterno, no es sólo una palabra... Para aquellos padres que aún batallan por lo mejor para sus hijos: Felicidades.
CUENTA LA HISTORIA:
Sonora Smart tenía 27 años cuando un domingo escuchó un sermón sobre el día de la madre, que despertó su atención. Se preguntó entonces: ¿Por qué no existía un día así para los padres? Su papá, William Jackson Smart, un veterano de la guerra civil, enviudó cuando su esposa daba a luz a su sexto hijo, y tuvo que criar solo y sin ayuda a sus seis hijos en una granja en el estado de Washington. El señor Smart se merecía un homenaje. Dodd entonces comenzó una campaña después del sermón, promoviendo la idea de celebrar el día del padre el primer domingo de junio, día del cumpleaños de su papá. Al principio, algunos gobernantes locales se lo tomaron a risa, pero la insistencia de Sonora logró su cometido. Finalmente, el primer día del padre se celebró el 19 de junio de 1910, en Spokane, Washington.
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