En los diferentes estadios de Sudáfrica se han vivido sentimientos encontrados. Unos fanáticos lloran tras probar el sabor amargo de la derrota, y otros, festejan y sonríen al ver que poco a poco sus escuadras están cerca de avanzar a la otra fase.
El Mundial comienza a tomar forma para algunos y para otros, el adiós es inevitable.
Pero sea como sea, ha sido una gran fiesta futbolera que quedará en el recuerdo de todos, para bien o para mal. Lo importante es que el deporte pasión de multitudes ha unido a millones de personas en el mundo. ¡Que viva el Mundial!
|