En Sudáfrica 2010 están sucediendo cosas, que bien podrían integrar el planeta de lo insólito. "Amaral" es un popular conjunto de España. Una de sus gustadas páginas, dice ""Hay un pez persiguiendo a un pescador..." o que "Hay un gato huyendo de un ratón, ¿quién pondrá el cascabel al roedor?". El tema, se conoce por "El mundo al revés".
Ayer, se enfrentaron el actual campeón del mundo, Italia, y el modesto equipo, de Nueva Zelanda, y, mundo al revés, empataron 1-1.
Cuando recién se jugaban siete minutos, Fabio Cannavaro cometió un error infantil, que tomó en posición ilícita Shane Edgard Smeltz, dejando sin defensa al guardián Federico Marchetti. Primer error, también, del árbitro chapín Carlos Batres, y principalmente del auxiliar, que no anularon el gol. A los 29', hubo un penal, o eso pareció, porque Daniele De Rossi dio la sensación de haberse tirado, sin que lo tocaran, pero otra vez Batres comió del cuento, y el 1-1, por Vincenzo Iaquinta llegó. Sin orden ni fútbol, Italia sigue en deuda.
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