Muchos son los comentarios discriminatorios que se escuchan entre diversas mujeres que con intriga dicen frases como: "ya está buscando su presa", "¡humm!, cuánto cobrará la muy ...", "para eso hubiera salido desnuda de su casa, qué desubicada".

Al escuchar semejantes improperios, me viene a la mente que detrás de esa supuesta indignación se esconde una gran envidia, pues no es posible que se odie tanto a una persona sin conocerla.

Varias de las que critican quisieran tener ese cuerpo que, aunque Dios en un principio no se lo haya dado, por lo menos tienen el dinero suficiente para arreglarse y consentirse.

Llego a esta conclusión porque cuando hacen los comentarios no le pierden la pista a las otras mujeres, captando el más mínimo detalle de su cuerpo con el objetivo de encontrarle alguna imperfección.

Recordemos que somos mujeres y debemos apoyarnos las unas con las otras, en vez de bajarnos la moral mutuamente.

Estamos en una sociedad en la que se vive con muchos estereotipos, en la que se señala y se juzga a una persona por el simple hecho de ser de tal nacionalidad o de tal etnia.

Ya es tiempo de que se cambie esta mentalidad, debemos aprender a conocer a las personas tal como son y no emitir juicios previos. Quién quita que ese individuo termine ayudándote cuando más lo necesitas. [email protected]