Wayne Rooney (18 años), el goleador más joven de una fase final de un europeo, llevó a Inglaterra a los cuartos de final del torneo, al marcar dos de los cuatro tantos que derrotaron a Croacia. Dos golazos que le confirman como la sensación de la Eurocopa y le agrupan al primer puesto de la tabla de goleadores.

Los del sueco Sven Goran Eriksson necesitaban sólo un empate para pasar de ronda, pero se vieron sorprendidos con un gol de Niko Kovac, en el minuto 5, en un despiste defensivo de la defensa inglesa y afrontaron el encuentro cuesta arriba, con esa desventaja.

Tardó Inglaterra en hacerse con el partido, pues acusó el golpe y abusó de los balones largos que casi nunca llegaban a su destino.

El dominio que ejercían era infructuoso, mientras los croatas dejaban pasar los minutos sin otro empeño que mantener un resultado que les ponía en la siguiente ronda.

Pero la maquinaria inglesa comenzó a engrasarse cuando Frank Lampard y Steven Gerrard asumieron su responsabilidad y comenzaron a distribuir desde el centro del campo.

Los dos construyeron la remontada inglesa con una notable dirección, de la que se aprovechó primero Paul Scholes y, posteriormente, la sensación de la Eurocopa, el joven Wayne Rooney.

Inglaterra ahora jugará los cuartos de final de la Eurocopa con Portugal.