Las barracas son cosa del pasado. Una gran felicidad embarga a Iris Mosquera, una ex moradora del populoso barrio de Curundú, quien encontró en su nuevo hogar la paz que buscó por tantos años. Ahora vive en la barriada La Paz, en Kuna Nega.
A pesar del gran cambio que tuvieron en sus vidas al ser reubicados en esta comunidad, luego de perderlo todo en un fuego en Curundú, sienten que aún faltan algunas cosas que hay que mejorar.
Los moradores pidieron al Ministerio de Vivienda (MIVI), que le construya las calles y les coloque el puente sobre la quebrada que da acceso a esta comunidad, pues son las principales necesidades.
"No queríamos que nos reubicaran en este lugar, hoy día nos llevamos muy bien", dijo Iris. Se informó que las otras 50 familias que allí viven se sienten satisfechas de que las hayan aceptado, porque han demostrado que son buenos ciudadanos.
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